Las espigas: cómo puedes evitar que dañen a tu perro

Con la llegada del verano, aumenta la vegetación de los parques.

Se llenan de hierba verde y es muy agradable dar largos paseo con tu perro, que va a disfrutar corriendo y jugando por ella.

Lo que parece tan bonito deja de serlo cuando también aparecen espigas.

Es muy peligroso que esté junto a ellas, que las olfatee o las llegue a comer.

Tienes que mantener a tu perro muy lejos de estas zonas.

Índice:

¿Qué son las espigas?

La época más peligrosa

Condiciones que favorecen las espigas

6 peligros de las espigas para tu perro

  • Dermatitis
  • Heridas
  • Otitis y lesiones de oído
  • Lesiones oculares
  • Lesiones respiratorias
  • Lesiones por ingerirlas

Sigue estos consejos después de cada paseo

Recomendaciones finales

¿Qué son las espigas?

Las has visto seguro.

Son vainas que recubren las semillas de muchas plantas gramíneas.

Así protegen sus semillas y aseguran que se esparzan de manera natural, usando a los animales como vehículo.

Tienen esa forma de flecha tan peligrosa que puede hacer que se claven en superficies blandas.

Tu perro, por ejemplo.

Y ahí queríamos llegar.

La época más peligrosa

Cuando llega el calor, y tras las lluvias, los parques y campos se van a llenar de ellas.

Ya por abril/mayo, cada año, las empiezas a ver, aunque todavía no son tan peligrosas como lo serán después.

Al principio, están verdes, son muy tiernas y manejables, flexibles, podemos decir, lo que no facilita que se queden clavadas en nada.

No tienen la suficiente rigidez, no dan problemas.

Lo peor está por llegar.

Cuando el calor las seca y se ponen amarillas.

Espigas secar peligrosas para tu perro

Ese es el momento, el peligro de las espigas.

Son como agujas que se van a clavar muy fácil en los perros que están correteando por los parques, en este momento, se desprenden sin dificultad y se enganchan en el animal sin ningún problema.

Condiciones que favorecen las espigas

El calor, sobre todo.

Hace que después de las lluvias las que han aparecido (las verdes) se sequen y se hagan peligrosas de verdad (las amarillas).

Los perros no las van a ver como un problema, para ellos es una parte más del terreno por donde juegan y corren, no son el enemigo, están mezcladas con la hierba, no parecen peligrosas para él.

6 peligros de las espigas para tu perro

Las espigas pueden provocar que tu perro pase por situaciones muy dolorosas y peligrosas.

Es importante que las localices, lo antes posible, son organismos extraños que, si están mucho tiempo clavadas en el animal, (y en según que partes de su cuerpo) puede tener consecuencias muy graves.

Desde una herida superficial de fácil cura, (un arañazo sin más), hasta un problema mayor si se les introducen en los oídos, la nariz o bajo los párpados.

Otro peligro es que se las traguen.

Muchos perros suelen comer hierba e ingieren alguna en este proceso.

Las hay muy pequeñas que se enganchan en partes de su cuerpo con difícil acceso (oídos, nariz, ojos, garganta), y que solo te vas a dar cuenta si el mismo animal te lo indica.

Rascándose, lamiéndose, moviendo la cabeza o con mil estornudos, te va a decir dónde está.

Te contamos todo lo que puede pasar y que tienes que evitar.

1.-Dermatitis

Es más peligrosa en perros de pelo largo, se van a enganchar con mucha facilidad en él y puede que ni te des cuenta.

El pelo se enreda alrededor de la espiga y ese nudo no permite la transpiración de la piel.

El animal se va a lamer porque le molesta mucho, quiere quitársela y va a aparecer una dermatitis en la zona.

En perros de pelo corto se nota enseguida, pero en uno de pelo largo, puede que te des cuenta cuando el problema esté demasiado avanzado.

2. Heridas

Cuando una espiga se clava en el animal, puede retirarse, pero hay que hacerlo con cuidado.

Hacerlo bien.

Igual no está muy clavada, casi solo enganchada, entonces es muy sencillo.

Cuando está enganchada a conciencia, es posible que al hacerlo tú dejes una pequeña parte en el interior.

Es el problema.

Será muy molesto y el perro va a lamerse y lamerse, lo que va a empeorarlo todo.

Así, el pobre, lo que consigue es que se le introduzca más y no haya quién se la saque a no ser que sea con una pequeña intervención veterinaria.

Y es inevitable.

El movimiento natural hace que avance bajo su piel y termina creando un absceso (notas un bultito) de pus que debe ser eliminado.

Es un cuerpo extraño que hay que sacar.

Revisa bien entre las almohadillas de sus patas si has estado paseando en zona de espigas.

Son lugares donde no es difícil que se le queden enganchadas, le hagan heridas y veas a tu perro cojear.

3. Otitis y lesiones de oído

Cuando la espiga se le introduce en los oídos.

Tienen más riesgo los perros de orejas grandes y caídas, pero ninguno se libra de este peligro.

Puedes darte cuenta a tiempo y que la espiga esté casi al exterior y se la puedas quitar, pero igual no.

Igual el perro empieza a tener picores y rascándose va a hacer que se introduzca en el oído.

En este caso no lo intentes nunca, es muy peligroso.

Tienes que acudir siempre a tu veterinario que lo hará con seguridad.

No hacerlo (o que al intentarlo se quede dentro una pequeña parte) puede derivar en una infección de oído en tu perro, o lesiones peligrosas en tímpano y oído medio o interno.

4.- Lesiones oculares

Este caso es muy doloroso para el animal.

Si se le clava en el ojo, el dolor va a ser enorme, estará nervioso, va a intentar rascarse y es cuando lo empeora.

Le produce hinchazón (incluso le puede llegar a provocar una úlcera en la córnea), y hasta perder visibilidad, lo que le hace desorientarse.

Además, por si fuera poco, en este caso es muy difícil de detectar que ha ocurrido, se alojan bajo el párpado y solo el extraño comportamiento de tu perro te va a indicar que algo pasa.

Hazle caso, ve al veterinario.

Puede llegar a perder la visión.

5.- Lesiones respiratorias

Mientras olfatea, mientras busca entre la hierba.

Vas a notar que algo pasa, está nervioso, moquea y con mil estornudos.

Igual, hasta llega a sangrar.

Es tan peligroso que no cogido a tiempo puede hacer que la espiga llegue a la laringe, la tráquea y los bronquios.

No lo dejes pasar.

6.- Lesiones por ingerirlas

Un caso que no es difícil si el perro suele comer hierba y entre ella se mezclan espigas.

Le produce dificultad para tragar y vómitos.

Puede que al conseguir tragarla le produzca irritación e infección en la garganta y en su camino al estómago.

Tienes que consultar con urgencia a tu veterinario si piensas que ha podido pasar, para que valore las consecuencias.

Sigue estos consejos después de cada paseo

Después de cada paseo, revisa su pelaje, comprueba que no hay ninguna oculta.

Si encuentras nudos, tienes que deshacerlos para que no se enreden en ellos.

Revisa entre las almohadillas de sus patas, son zonas muy sensibles y muy propensas a tener alguna.

Se les pueden clavar y, al caminar, romperse quedando una parte muy pequeña dentro de la pata.

Va a ser necesario que tu veterinario la extraiga si ocurre esto.

Si notas zonas muy húmedas en tu perro, puede ser que se esté lamiento demasiado en un sitio concreto, porque le duele o pica.

Él te está indicando que algo pasa.

Para ti, según la raza de perro que tengas, pueden ser difíciles de ver, deja que él te indique.

Mira bien sus orejas, también aquí te va a ayudar, va a querer rascarse y va a mover la cabeza inclinada hacia el lado que le molesta.

Si, al levantar su oreja, notas un olor muy fuerte, es que la infección ya ha comenzado, ve al veterinario para que no avance, ni le produzca cualquier otra lesión en el oído.

Recomendaciones finales

Con estas pautas vas a eliminar muchas posibilidades de que se enganche una espiga en tu perro

  • Evita los parques y campos con espigas muy secas (amarillas), hasta que hayan sido eliminadas.
  • Haz una revisión de tu perro al llegar a casa: pelo, entre las almohadillas, orejas, …
  • Hazle caso si lo notas nervioso, con un comportamiento distinto, si se lame en exceso alguna superficie, te está indicando algo.
  • Presta especial atención a las orejas si tu perro las tiene grandes y caídas.
  • Si es de pelo largo, hay una dificultad añadida, no es sencillo verlas, tienes que revisar con más atención.
  • Si le encuentras alguna y ves que no está muy enganchada, puedes quitarla con mucho cuidado, que no se quede nada dentro.
  • En caso de duda o que no están en un sitio muy accesible para ti como oídos, nariz o párpados, acude al veterinario.

Es un problema que puede derivar en otros muy graves y dejar secuelas en el animal.

Actúa con precaución y no dudes en pasarte por nuestra clínica, vamos a saber qué hacer.

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