Leishmaniosis, conócela para protegerlo

Leishmaniosis en perro

La leishmaniosis es una enfermedad parasitaria que afecta, en mayor medida, a los perros, pero no podemos excluir a otros animales, como a los gatos.

Hoy ya existen tratamientos y vacunas que pueden paliar sus efectos y consecuencias, pero no curarla ni evitarla en su totalidad.

ÍNDICE

1.¿Qué es la leishmaniosis canina?

2.Síntomas de las leishmaniosis en tu perro

Métodos diagnósticos de la enfermedad

 3.Peligros de contagio para tu perro

4.Sistemas de prevención para evitarla

La vacuna de la leishmaniosis canina

5.Cuidados de un perro con leishmaniosis

La nueva vida de tu perro (y tuya también)

1. ¿Qué es la leishmaniosis canina?

Es una enfermedad que se produce cuando un mosquito, llamado flebotomo, transmite, a través de su picadura, el parásito leishmania de un animal enfermo (al que ha picado con anterioridad) a un animal sano.

Este mosquito es el vehículo que lleva la enfermedad a tu perro y puede acabar con su vida.

Importante que tengas presente que es una enfermedad que puede matar a tu perro.

Y actuar para evitarlo.

El parásito consigue llegar a todos los tejidos del animal y a sus órganos vitales, hasta provocar enfermedades crónicas y la muerte.

Se produce cuando el perro intenta luchar contra él creando una cantidad excesiva de anticuerpos.

Las pruebas diagnósticas comprueban esta cantidad de anticuerpos para confirmar la existencia de leishmaniosis en el animal.

El cambio climático ha provocado que la presencia de este insecto no se limite a unos meses del año.

Ahora el peligro está siempre.

No puedes confiar en proteger a tu perro unos pocos meses, ya no hay diferencia estacional.

Además, su presencia ha aumentado y aparece en zonas geográficas en las que antes no.

Puede afectar a cualquier raza de perro, no distingue, aunque hay unas más predispuestas a ella.

Los perros de caza de tamaño grande, más que los de tamaño pequeño.

Del resto, los más jóvenes, son más propensos que los mayores.

Cualquier tratamiento que se aplique, una vez contagiado el animal, va dirigido a minimizar los síntomas y las dolencias y mejorar su calidad de vida.

La cura nunca es total.

2. Síntomas de las leishmaniosis en tu perro

Son muy variados.

Es vital consultar a tu veterinario ante cualquier cambio que pueda mostrar tu perro.

Puedes notar síntomas como:

  • Aparición de úlceras (más probable en cabeza y patas).
  • Pérdida de apetito.
  • Puedes verlo apático y aletargado.
  • Inflamación de los párpados. 
  • Pérdida del pelo, en especial en cabeza, ojos, orejas y hocico (aunque también en otras partes del cuerpo).
  • Heridas en la piel que no cicatrizan.
  • Crecimiento exagerado de las uñas.
  • Cojeras.
  • Aumento del tamaño de los ganglios linfáticos.

Que no se detecte a tiempo puede complicarlo todo, y desarrollar otros como:

  • Atrofia muscular.
  • Cansancio, debilidad, apatía.
  • Tristeza y aparente envejecimiento.
  • Pérdida de peso.
  • Insuficiencia renal.

Métodos diagnósticos de la enfermedad

En tu centro veterinario pueden hacer diferentes pruebas para descartar o confirmar la enfermedad.

Pero no olvides que cuanto antes las hagan, mayor es la efectividad del tratamiento.

Es un caso prioritario, y dejar pasar tiempo es decisivo.

De eso puede depender la vida de tu perro.

No es una enfermedad fácil de diagnosticar, ya que hay animales que no presentan síntomas aun estando contagiados.

Una analítica inicial es una prueba rápida que puede dar mucha información.

Un resultado negativo en un animal sin síntomas puede decirte, con casi total seguridad, que no está infectado.

En caso de tener síntomas, aún siendo negativo, se debe continuar porque no es decisivo.

En estos casos podemos realizar pruebas más profundas, para detectar antígenos (estudio de médula ósea, PCR).

3. Peligros de contagio de leishmaniosis para tu perro

La principal vía de contagio es la picadura de un mosquito flebotomo que antes ha picado a un animal enfermo.

Va a ser el vehículo de transmisión, de perro infectado a perro sano.

Es necesario que exista este canal de transmisión.

No se contagia por contacto directo entre perros ni a personas.

Los últimos estudios de la enfermedad nos han dado datos de nuevas vías de transmisión (venéreas, mordisco de otro perro contagiado, a través de la placenta, o por transfusiones de sangre), pero son muy poco frecuentes.

4. Sistemas de prevención para evitarla

La prevención se basa, sobre todo, en controlar y evitar el posible contacto con el insecto.

Puedes hacerlo con el uso de elementos desparasitarios y con análisis periódicos del animal para comprobar que está sano.

Hay varios sistemas de protección como collares y pipetas y siempre deberás consultar a tu veterinario, el más adecuado para tu perro.

Su estilo de vida es importante para decidir la mejor opción en su caso.

El contacto frecuente del perro con la naturaleza, zonas arboladas, húmedas, … aumentan el peligro.

Evita que duerma al aire libre.

Se recomienda hacer una revisión anual (al final de la época de calor) para descartar el contagio.

La vacuna de la leishmaniosis canina

La vacuna puede proteger al animal en una mayor parte, con ella el riesgo de muerte disminuye considerablemente.

No consigue que tu perro esté protegido al 100%, pero hace que, en caso de contagio, la enfermedad, aún desarrollándose, tenga unos efectos más leves.

Nunca va a estar protegido.

La vacuna mejora sus defensas para poder luchar contra la enfermedad y los efectos del contagio, en su calidad de vida, son menores.

Para aplicarla, tu perro debe haber pasado por un reconocimiento veterinario que confirme que no está ya contagiado, en este caso, sería muy peligroso.

Deja a tu veterinario siempre las decisiones, él te dirá que es lo que tienes que hacer.

Sabe qué es mejor para tu perro.

5. Cuidados de un perro con leishmaniosis

Lo que es vital es que sigas las indicaciones de tu veterinario y nunca dejes un tratamiento sin su autorización

Es una enfermedad que, diagnosticada a tiempo, puede determinar un tratamiento que prolongue la vida de tu perro.

Que haga que su calidad de vida no se vea perjudicada más de lo necesario.

Nunca olvides una revisión.

Nunca te descuides.

Cualquier mejora es importante, considérala como una batalla ganada, pero no la guerra.

Ante cualquier cambio debes estar muy atento, la evolución (para mal) de la enfermedad pueden darse en cualquier momento.

La nueva vida de tu perro (y tuya también)

Tu perro ha dado positivo en su diagnóstico veterinario y te han confirmado lo peor: está contagiado de leishmaniosis.

Ahora el objetivo es que tenga la mejor vida posible.

Los tratamientos pueden conseguirlo, pero también tus cuidados y tu atención.

Tienes que estar pendiente de él, tener en cuenta cualquier cambio en costumbres, o aspecto, para contraatacar.

Fíjate en detalles como:

  • No pierdas de vista su hidratación, es muy importante que beba suficiente agua, a veces deja de beber toda la que necesita, debes estar pendiente.
  • Su alimentación, sigue el consejo de tu veterinario, deberá llevar una adecuada a su estado, que no le falte ningún nutriente.

Él te dirá cuál es la que más le conviene.

  • La actividad física va a ayudar a que se sienta mejor y va a fortalecer su cuerpo, además de evitar que gane peso (no le beneficia en este estado).

Si tu perro era activo antes, va a seguir necesitando esos paseos, aunque más controlados.

No dejes de hacer, en lo posible, lo que hacías con él antes de enfermar.

Siempre con el control veterinario, es muy bueno que el perro se mantenga activo.

  • Uno de los síntomas de la enfermedad afecta a su piel, para eso ten en cuenta los champús especiales que puedes usar en sus baños.

En definitiva, hoy existen tratamientos que mejoran la calidad de vida de tu animal en una gran parte y puede que, sí se ha diagnosticado y tratado a tiempo, apenas tenga complicaciones.

Siempre que se siga el tratamiento y las revisiones periódicas, que van a ser para el resto de su vida.

Pero a veces no acaba bien.

Entonces, el contagio de esta enfermedad tiene efectos dramáticos y pierdes a tu mejor amigo en poco tiempo.

No lo olvides.

Sigue los consejos en cuánto a prevención y haz siempre caso a tu veterinario.

Nadie va a saber mejor qué el cómo puedes cuidar a tu perro contagiado de leishmaniasis.

En Clínica Veterinaria Lucero, podemos darte toda la información que necesitas para prevenir (o afrontar) el contagio de leishmaniosis de tu perro.

No dudes en ponerte en contacto con nosotros.

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