Golpe de calor en perros y gatos: TODO lo que debes tener en cuenta

Un golpe de calor ahora que empiezan a subir las temperaturas puede ser más común de lo que piensas.

Tienes que estar mucho más pendiente de tu perro y de tu gato en verano.

En los paseos, en las condiciones de su espacio en la casa, y también si te acompaña en el coche.

Pasar mucho tiempo en el exterior en las horas de mayor calor es muy peligroso para el animal.

En el caso de tu gato, debes asegurarte que está en casa en un lugar adecuado, donde pueda resguardarse del calor excesivo y con suficiente agua limpia y fresca.

Estar en un sitio cerrado y con poca ventilación, o en terrazas o balcones donde no pueda protegerse del sol y sin poder hidratarse, puede hacer que tu perro o tu gato sufra una subida de temperatura corporal muy rápida.

Es lo que tienes que evitar.

Índice:

1.-Qué es un golpe de calor?

Factores de riesgo

2.¿Cómo puedes reconocer los síntomas de un golpe de calor?

3.- ¿Cómo actuar ante un golpe de calor?

Primeros auxilios

4.- Consejos finales que evitan golpe de calor

1. Empezamos: ¿Qué es un golpe de calor?

Un golpe de calor es una subida excesiva de la temperatura corporal del animal y que él solo no es capaz de regular.

Las personas tenemos glándulas sudoríparas repartidas por toda la piel y se encargan de regular nuestra temperatura con el sudor.

En el caso de los perros, al no tener, lo hacen con jadeos.

El sudor lo eliminan a través de las almohadillas de las patas.

Los gatos, en cambio, tienen unas glándulas sudoríparas llamadas ecrinas, que controlan su equilibrio térmico, pero, nada más, en la piel sin pelo (almohadillas y entre los dedos de las patas).

Poca superficie para bajar su temperatura cuando es muy alta.

Si no son capaces de hacerlo a través de los jadeos (en el caso de los perros), al no conseguir refrescar su cuerpo pueden llegar a entrar en shock.

Hay que actuar a tiempo y evitarlo.

Factores de riesgo

Hay animales que, por sus características, antecedentes o edad, son más propensos a sufrir un golpe de calor.

  • Razas con hocicos cortos y cabeza achatada (braquicéfalos) son más vulnerables a él por sus dificultades para respirar.

Hablamos de razas como el bulldog, pequines, carlino, sharpei o bóxer.

Si ya de por sí la respiración, para ellos, es más costosa, cuando tienen que regular su temperatura se les puede complicar bastante.

  • El sobrepeso es un inconveniente añadido en épocas de calor.
  • Que sean mayores o muy jóvenes te obliga a estar más pendiente.
  • La piel oscura y el pelo largo son dos características que aumentan la sensación de calor que siente el animal en verano. 
  • Los paseos justo después de su comida, piensa la posibilidad de sacarle un rato antes de que coma para que, después de hacerlo, pueda estar tranquilo.

Mucha actividad después de comer nunca es buena, pero si, además, hace calor, puede ser peligroso.

2.-¿Cómo puedes reconocer los síntomas de un golpe de calor?

Un animal sometido a altas temperaturas en un periodo de tiempo considerable, sin agua y sin un lugar donde protegerse del calor, va a empezar a cambiar su comportamiento.

En su proceso de autorregulación de la temperatura, si no lo consigue, va a mostrar síntomas como:

  • Aumento del ritmo cardiaco.
  • Respiración agitada.
  • Exceso de salivación.
  • Agotamiento, debilidad.
  • Desorientación.

En este momento ya te está pidiendo ayuda y tienes que evitar que empeore.

En caso de estar solo y no ser atendido al inicio de los síntomas, van a aparecer otros más graves:

  • Encías azuladas.
  • Vómitos y diarreas.
  • Temblores.

La temperatura corporal de un perro y de un gato ronda los 38º- 39º, en caso de sufrir un golpe de calor, puede ascender a 42º, algo que es muy peligroso para él.

Los síntomas pueden llegar a aumentar con el paso del tiempo si no tiene ayuda inmediata:

  • Desvanecimiento.
  • Pérdida de consciencia.
  • Daños hepáticos y renales.
  • Daño cerebral.

3.-¿Cómo actuar ante un golpe de calor?

En caso de estar en el exterior con él te vas a dar cuenta enseguida por su comportamiento.

Llévalo a un sitio fresco para ayudarle a regular su temperatura corporal.

Necesita estar tranquilo, no le obligues a caminar, en posible que apenas pueda.

Es necesario que beba agua, ni muy fría, ni muy caliente, poco a poco, sin forzarle.

Si llegas a casa y notas alguno de los síntomas, lo primero es actuar con rapidez pero sin perder la calma.

Contactar con tu veterinario es prioritario, te dirá los pasos que debes seguir. 

Si no te es posible es ese momento, puedes ayudar a tu perro o gato con unos primeros auxilios de urgencia.

Primeros auxilios

Si actúas con rapidez y tranquilidad en los primeros momentos, vas a evitar que los síntomas empeoren.

Sigue estas indicaciones y, en cuánto puedas, llama a tu veterinario.

  1. Mójalo con agua templada de manera continua, con cuidado, evita que tenga un cambio muy brusco de temperatura.

El proceso de hacer descender su temperatura ha de ser progresivo. 

Nunca debes someterlo a cambios extremos, nada de baños ni aplicarle hielo a no ser que te lo indique el veterinario.

  1. La hidratación es vital para que lo supere, dale de beber poco a poco, sin obligarle, según el grado en el que esté, a lo mejor no es capaz.

Despacio lo irá haciendo.

Dale pequeñas cantidades hasta ver que la ingiera, para que vaya estabilizando sus niveles de hidratación.

Una vez que veas que lo ha superado (aunque te parezca que está totalmente recuperado) es importante que llames a tu veterinario.

Cuéntale qué ha ocurrido, es posible que considere hacer una revisión para comprobar que no ha sufrido daños internos en el proceso.

Podría dejar secuelas en el animal.

4.-Consejos finales que evitan un golpe de calor

Recuerda, debes proteger a tu perro o tu gato de las altas temperaturas.

Su forma de regular su calor corporal es distinta a la tuya, le va a ser más difícil si la temperatura exterior es muy elevada.

  • Que esté en zonas protegidas del sol.
  • Siempre con agua fresca y limpia a su alcance.
  • No le obligues a hacer ejercicio ni a largos paseos en las horas de más calor.
  • Evita que salga justo después de las comidas.
  • Si tu perro o gato tiene patologías añadidas como pueden ser problemas cardíacos, dificultad para respirar o un exceso de peso, debes estar más pendiente.
  • Los animales mayores y muy jóvenes también necesitan más atención.
  • Contacta, siempre, con tu veterinario, va a ser quién te dé las recomendaciones a seguir.
  • Aunque creas que el animal ha superado esta situación, puede ser necesaria una revisión para asegurar su buen estado y descartar posibles secuelas.
  • Nunca, nunca dejes a tu perro solo en el coche, en el caso de que sea para muy poco tiempo, busca un lugar a la sombra y siempre con ventilación suficiente.

No olvides que en Clínica Veterinaria Lucero nos tienes para ayudarte.

Consúltanos ante cualquier síntoma que notes en tu perro o en tu gato, podemos ayudarte.

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